TRASTORNOS

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)

  • ¿Se preocupa por cosas que la mayoría de la gente no se preocupa (manejo de la casa, pasarse la parada del colectivo, etc.)?

  • ¿Encuentra muy difícil dejar de preocuparse y, en consecuencia, no puede relajarse?

  • ¿La preocupación no le permite centrarse en posibles soluciones para un problema particular?

  • ¿Cree que si no se preocupa, realmente sucederá un acontecimiento terrible?

  • ¿Siente síntomas como tensión muscular, alteración en el sueño, fatigabilidad, inquietud, dificultad para concentrarte y/o irritabilidad?

El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por un estado de preocupación excesiva de por lo menos seis meses de evolución, acompañado de tres o más de los siguientes síntomas:

  • Dificultades en el sueño

  • Tensión o contracturas musculares

  • Irritabilidad

  • Inquietud o impaciencia

  • Dificultad para concentrarse

  • Cansancio fácil y frecuente

La característica del TAG es la preocupación excesiva, difícil de controlar, invasiva y agotadora. Consiste en una cadena de pensamientos e imágenes continuos con una carga de emoción negativa, orientada hacia un peligro futuro percibido como incontrolable. El tiempo suele no alcanzarles, debido a que no priorizan, lo que impide una adecuada planificación y ejecución de sus actividades.
Las personas con TAG se preocupan por cosas que son poco probables de que sucedan, si son analizadas por otras personas, es decir, si piden una opinión a alguien externo a la situación, le dirán que las situaciones son manejables y que no son tan catastróficas. Las áreas más comunes de preocupación hacen referencia a circunstancias de la vida diaria, son habituales preocupaciones sobre temas como la familia, los amigos, las relaciones interpersonales, el dinero, el trabajo, los estudios, el manejo de la casa, la salud propia y de otros.

Hay dos tipos de distorsiones en el modo de pensar, percibir y/o evaluar la realidad en las personas con TAG: la sobreestimación de la probabilidad de que ocurran eventos negativos y el pensamiento catastrófico. La primera se refiere a la tendencia a creer en una exagerada probabilidad de que ocurran en cualquier momento, hechos negativos, tales como enfermedades, accidentes o problemas serios de cualquier tipo. La segunda, el pensamiento catastrófico, describe la convicción de que los sucesos negativos futuros serán muy serios o graves y que no se podrá hacer frente a ellos.
Finalmente, la persona con TAG evalúa el mundo como potencialmente peligroso, en el que hay que mantener una alerta permanente con el objetivo de estar en las mejores condiciones posibles para evitar algún suceso negativo. Es común que se ocupen de más cosas de las que les corresponden, al considerar que los demás no lo hacen como deberían, es decir «como ellos lo harían».

Terapia Cognitiva Conductual

 

Se les enseña a los pacientes a reaccionar en forma diferente ante las situaciones que les generan ansiedad, además del manejo de las sensaciones corporales. Los pacientes aprenden a examinar sus pensamientos, y observar objetivamente la probabilidad de que las situaciones temidas ocurran realmente.

Las personas que padecen TAG no parecen poder deshacerse de sus inquietudes aún cuando generalmente comprenden que su ansiedad es más intensa de lo que la situación justifica. Quienes padecen de TAG también parecen no poder relajarse, de allí la utilidad de entrenar al paciente en técnicas de respiración y mindfulness.

Se realiza un entrenamiento a los pacientes en técnicas de respiración y mindfulness (meditación – atención plena), larespiración diafragmática que consiste en respiraciones lentas y profundas para reducir la ansiedad. Esto es necesario porque las personas que tienen ansiedad frecuentemente sufren de hiperventilación, respirando rápidamente cortas cantidades de aire que pueden provocar latidos rápidos del corazón, mareos y otros síntomas.

El Mindfulness en la terapia cognitiva  tiene como objetivo que el paciente se relacione  con la emoción de miedo con tolerancia y aceptación, sin evitarlo

La atención plena permite observar la ansiedad y no evitarla. El paciente puede alcanzar la capacidad de autoregular la emocion de miedo y entender su función adaptativa.