Es importante diferenciar una fobia especifica, de los miedos que se presentan como un aspecto normal del desarrollo, ya que éstos últimos desaparecen después de 6 u 8 meses de haberse presentado. Los niños y adolescentes con fobias puntuales, tienen miedo excesivo e irracional de ciertas situaciones como tormentas, agua, lugares altos o encontrarse en un lugar donde no puedan salir. Las fobias específicas más frecuentes son a los animales, a irse a dormir, a la oscuridad y la fobia escolar.